La argentina no está bien. Suena simple y hasta tenue. Pero alcanza para poner en contexto una realidad que se ve afectada en todos los sectores en mayor o menor grado. La pandemia sigue haciendo de las suyas y las noticias sobre la posible llegada de una nueva ola de contagios y la temible cepa Delta se torna una contundente amenaza ante el minúsculo porcentaje de vacunados totales que aún registra el país. La inflación hasta en las cifras oficiales supera el cincuenta por ciento anual. La pobreza trepa y trepa. Las empresas de todo tamaño cierran sus puertas y despiden empleados no siempre indemnizando, la carga tributaria es insostenible y los servicios ya son impagables.
Los anuncios con bombos y platillos llegan rápidos, como el bono a los jubilados de cinco mil pesos o la ampliación de la zona fría bonificando las tarifas de gas. Ambos anuncios se difundieron hace al menos un mes, pero llegaron las fechas de cobro de jubilaciones y pensiones y …..oh!! sorpresa, el bono es para el mes siguiente (mas cerquita de los comicios!) y llegaron las facturas del gas y ….Oh! sorpresa, los descuentos no son para este bimestre. Tal vez lleguen con el otro período (mas cerquita de los comicios!).
Y así podríamos seguir con varios rubros.
Está claro que gobernar no es tarea fácil, y mucho menos este país al que cada gestión dejó un poco peor que la anterior. Eso está absolutamente claro y no es necesario que permanentemente y en todos los medios lo repitan nuestros grandes dirigentes. Pero algo si debiéramos exigir y es que por lo menos veamos a nuestros gobernantes ocupados (y porque no preocupados) por estos y otros temas de imperiosa urgencia.
Aquí viene el meollo de la cuestión. La agenda de nuestros gobernantes cada día tiene menos que ver con la de la gente. Observar al gobierno nacional poniendo en agenda la educación sexual, hasta con el grotesco de gastar mas de 13 millones de pesos en simulados miembros viriles de madera cuando la inmensa mayoría de esos chicos llevan mas de un año sin clases en serio donde aprender las tablas de multiplicar o la lectura de textos es cuanto menos un ridículo.
Al gobierno le interesa que esos chicos sepan como colocarse un condón, aunque no puedan ingresar a trabajar ni a un choripán porque no saben sumar una adición con papas fritas.
Ver esta semana por cadena nacional al presidente de la nación muy divertido tratando de imitar las tona-lidades de la gente del interior, en un acto oficial donde todos inundaron de risa el lugar cuando Fernández habló de “ rióoojanos y cáaaatamarqueños” fue digno de delirio. Seguramente la cadena no llegó hasta el momento en que habrá tomado la guitarra para utilizarla peor que Boudou que al menos la pifiaba menos en su “Arde la ciudad” tema al que en la práctica con su gestión convirtió en “Arde el país”.
Es ya intolerable confirmar que no podemos arreglar ningún problema pero mucho mas es que ni los tratamos. Los ignoramos en procura de que la ciudadanía también mire para otro lado.
Como el viejo truco de cuando éramos niños. “Mirá el avión” le decíamos a nuestro amiguito para robarle las bolitas “japonesas” mientras su dueño nos seguía preguntando donde estaba el avión que no veía.
Ese es Alberto. Cada vez más seguido nos dice a los argentinos que miremos el avión.
El último acto vergonzante fue otra cadena esta semana para presentar los nuevos documentos de identidad de los “sin identidad”.
Personas X.
Denominados como no binarios, y como un gran tema de urgencia y prioridad, el gobierno se ocupa de las cuestión de documentos para quienes no se encuadran en los dos géneros que la humanidad estableció históricamente y cuyo debate en la sociedad no discutimos ahora, pero que sostenemos que no puede estar entre los 20 temas mas urgentes de cualquier agenda de prioridades de la sociedad argentina,
En medio de un acto que prometía estar prolijamente organizado, y con cadena nacional el presidente dijo frases célebres como “En la humanidad hay todos, todas y todes” tras lo cual procedió a entregar los dos primeros documentos “No Binarios” a sus destinatarios.
No mas de 15 personas estaban en el recinto, supuestamente invitadas (y seleccionadas) especial-mente. En ese momento, una (o uno o une) de los presentes a viva voz le indicó al presidente que “nosotros somos seres humanos, no somos una X…..” y ante el asombro de todos (y una falta de reflejos propia de un boxeador jubilado por los golpes) solo la locutora oficial reinició su lectura para tapar la palabra de la disidente. No hubo un gesto del presidente Fernández indicando a la locutora que respetara a quien no se movía de su asiento y solo hablaba en voz alta. No hubo un “la escucho con atención” ni una orden para que un colaborador se acercara y le indicara a la molesta manifestante que el presidente la recibiría minutos después para dialogar. Solo amplificación para taparla con el audio, Por cadena nacional.
Notable ejemplo de la realidad. Estos son los temas que prioriza el gobierno. Así es la capacidad que tie-nen para organizar las cosas, aunque sea un acto con 15 personas. Y así es como reaccionan ante un pe-queño imprevisto que cualquier periodista de pueblo chico hubiera resuelto de mejor modo.
Trazando un paralelismo bastante audaz, como el polémico Arjona cuando canta que “el problema no es que mientas, el problema es que te creo” podría traducirse en “el problema no son los problemas, el problema es que no te ocupes”.
Mientras tanto y en la desesperación exasperante por llegar a los comicios antes del palo, anunciamos bonos que llegarán un rato antes del voto y bonificaciones que demoran un mes porque debe firmar el presidente.
En fin, nos están diciendo: “Mirá el aviónnnnn”. Seguro que nos roban las japonesas mas lindas.
Gerardo David Basualdo.