Lo dice un informe, no yo.
Si un informe dice que fue realizado por una universidad de los Estados Unidos ya lo damos por cierto, no importa que se trate el informe ni la barbaridad que diga, ya es verdad.
Un informe realizado por una de esas universidades en el año 2021 y difundido por todas las revistas de divulgación científica, asegura, afirma y jura porque se caiga muerta su mamá ahora mismo que… “Los que lavan los autos los domingos son cornudos”.
Nunca una cura contra una enfermedad terminal, nunca un descubrimiento que nos cambie la vida o algo útil.
Me permito decir que el mundo de la ciencia en algunos casos tienen estas cuestiones frívolas que por la cual gastan millones de dólares para asegurar que los tartamudos no hacen pis entrecortado y que los que escriben con la mano derecha son un 35% más propensos a que los atropelle un remisero.
El estudio se centra en 150 personas de 30 a 55 años, con parejas establecidas y con auto propio. La convocatoria se realizo a través de las redes sociales los primeros convocados fueron 115 personas de todos los generos habidos y por haber deseosos de saber si sus parejas les eran infieles y los 35 restantes se hicieron el estudio porque los obligó su sindicato.
A estos 150 entrevistados se les hicieron preguntas sobre su vida sexual y preguntas sobre su automóvil. Algunos definieron su vida sexual como “Un auto que fundió biela” y a su pareja como “una máquina que gasta mucho en ciudad y poco en la ruta” algunos más groseros dijeron que en el sexo “tenían las bujías empastadas” o “que se le pasaba el agua al aceite”.
Uno de los requisitos de este Focus Group era que todos tenían que ser propietarios de automóviles y lavar sus vehículos los domingos, algunos de ellos lo hacían porque era el único día que tienen de descanso de su trabajo para meterle manos hasta dejarlo reluciente (a el auto). Otros simplemente no sabían que siempre lavaban los autos los domingos, lo hacían de manera inconsciente.
A su vez también se entrevistaron a 150 “Pata de lanas” quienes desconocían esta particularidad que unía a las víctimas de su patalamismo. Casi todos aseguraban que las parejas a quienes frecuentaban se sentían “desplazadas por los autos”, lo cual es lo más normal del mundo ya que esa es la única función de un auto es desplazar gente de un lado para el otro.
Luego de que se relevaran los datos de este informe, algunos de la segunda tanda de las 150 personas entrevistaron dejaron el “Patalanismo” al caer en la cuenta de que ellos podrían pasar de victimarios a víctimas en un segundo. De lavar los autos los domingos y de la muerte no se salva nadie.
En esto pensaba Juan Carlos cuando termino de leerle el articulo a sus dos amigos con los cuales compartía el café en el bar de la esquina Gustavo estaba un tanto inquieto y conmovido por el informe y Rubén estaba más en la pose de “A mí me chupa un huevo lo que diga un estudio”, se levanto de la mesa y con una sonrisa en la boca dijo:
– Ustedes porque lavan los autos los domingos por eso están tan preocupados. Yo…- dijo haciendo una pausa teatral- yo lavo mi auto cada vez que llueve.
Mientras enfilaba para el baño Gustavo se le acerco a Rubén y dijo en tono confidente.
– ¿Este sabe que el domingo dan lluvia?
– No, pero lo sospecha- contesto sonriendo Juan Carlos-.