NADA TIENE QUE VER ESTE CUENTO CON NINGÚN SUCESO TRASCURRIDO DE ESTA SEMANA.
NO ME ACUSEN MAL SI UN CULPABLE HAY QUE ENCONTRAR…
El olor a pis y podredumbre le molestaba, pero más aun le molestaba el olor a su propio miedo. Lo sentía en la garganta como petrificado en su interior ¿Sentir miedo él? Después de tantas y tantas andanzas resultaba como mínimo embarazoso y vergonzante. Un asesinato por encargo por aquí, una salidera bancaria por allá y varias fechorías cometidas a lo largo y ancho de toda la provincia lo convirtieron en un hombre de temer y ahora el que temía era él.
Lo que más le dolía era haber caído de la manera en que cayó ya que era obvio que con la cana no se puede hacer tratos y menos si hay políticos metidos en el medio, la ecuación era clara, no había que entrar al triangulo, pero como hipnotizado como una serpiente que se deja endulzar con el sonido de un pungi, Luciano, el terrible Luciano Marconi, el hombre más buscado por todos… bailo al ritmo que le tocaban.
ES TAN FACIL HABLAR SIN FIJARSE EN LA VERDAD JUGAR A SER FISCAL Y CON EL DEDO APUNTAR….
De gatillo fácil y otras chanchadas estaba hecho el jefe de la policía bonaerense Oscar Bluggerman una joyita de la fuerza que se fue abriendo camino con extorciones y otras mugres hasta llegar al techo más alto de todo el escalafón. Una vez que llegas tan alto es normal que no quieras bajar. Por eso cuando el diputado Ferreira impulso un proyecto de ley para investigar a toda la cúpula policial y a intervenir los bienes de los funcionarios a los que se les comprueben actividades ilegales esto no le gustó un carajo. Algo tenía que hacer.
La carnada fue el hijo de Ferreira un drogón por aburrimiento hijo de papá y mamá que lo consintieron e hicieron de él un desperdicio de persona de 38 años. Hasta ahí la idea estaba clara, había que secuestrarlo y extorsionar a Ferreira para que se dejara de hinchar las pelotas, maltratarlo un poco y si las cosas pasaban a mayores, bajar del mapa al muchacho como para que se entienda el mensaje. Cuando vio el panorama cayó en la cuenta que se podría cobrar un viejo favor.
Le perdonó la vida a Luciano cuando lo tuvo a punta de pistola porque veía algo de su propia personalidad en él, le habilitó un par de laburos y tuvieron una relación distante pero efectiva y había llegado el momento de cobrarle varios favores.
Secuestro//un par de videos golpeando al drogón// tirarlo por alguna ruta perdida de la provincia y a otra cosa. El negocio parecía fácil hasta que todo se fue de las manos.
A Luciano no le entregaron al hijo del diputado, le entregaron a un extraño para que lo golpee y cortaron toda comunicación con él.
TODO EL MUNDO ES JUEZ Y VERDUGO A LA VEZ
Llegó un momento en el que ya no sabía qué hacer con el extraño y lo dejó ir, ningún teléfono sonó ni fue atendido por nadie. A los tres días vio en televisión al mismísimo Bluggerman dando una conferencia de prensa, dando los datos personales y mostrando la foto del único sospechoso del secuestro del hijo del diputado, en la foto estaba él. El jefe lo había vendido y lo estaban buscando, cayó en la cuenta de que se le escapó, de que se le fue de las manos (es más) se dio cuenta de que nunca tuvo la situación en las manos, todo fue una movida pensada, el secuestro, la falsa persecución que vendría después, no habría juicio ni abogados estaba todo preparado para la ejecución y a Bluggerman le cerraba por todas partes.
Por un lado rescataría al hijo del diputado y llegaría a un arreglo para poder ocultar toda la basura propia debajo de la alfombra, limpiaría a Luciano que le conocía varios secretos y todos tendrían su parte de la torta.
Luciano corrió, se escondió iba a librar batalla contra quien sea, necesitó de un amigo para poder ocultarse y para poder armarse hasta los dientes esperando a defenderse en cuanto llegue el momento.
A su amigo lo boletearon el mismo día que casi lo matan a él, escapó a rastras entre la mierda de perro y el barro de una lluvia espantosa tan solo para alargar su agonía.

NO DISPAREN, NO DISPAREN, NO DISPAREN CONTRA MI
Ahora estaba encerrado en un mugroso auto. Tres días sin comer y casi sin dormir, lejos en un taller abandonado, paranoico, estresado, cansado y frustrado. Había caído, el que había escapado de una balacera en un subte eléctrico tirándose por un agujero y caminando en la oscuridad, él que había sobrevivido a dos balazos en la espalda, él que supo ser una de las figuritas más difíciles del álbum de cualquiera que trabajara para la ley, él el que siempre trabajaba solo, él que siempre desconfiaba de todo el mundo, a él lo engancharon.
Demasiado tarde para correr, solo quedaba acurrucarse y responder con disparos. Sintió un dolor terrible en el estomago cuando escuchó la sirena acercarse, transpiró frió cuando vio como una bomba de gas rompía una de las ventanas del galpón, cerró los ojos, apretó los dientes y comenzó a disparar cuando el grupo Halcón entro por todas partes.