La encargada del Museo Vanina Hernandez acompaño a Ismael Omar Salinas y Claro Maria Dipolto al Tercer Congreso Gaucho en el Congreso de la Nación, agradecemos al Sr Intendente Gustavo Alfredo Walker y al Director de Cultura Leandro Ramirez por su predisposición para llevarlos a Buenos Aires.
También agradecemos a Malena Berrueta coordinadora del tal evento por homenajear a nuestro esquiladores, y agradecemos al Presidente del Fortín y Edgardo Villar por ser los intermediarios para que se pudiera concretar esta invitación.
Es para nosotros como pileros un orgullo estar presentes en el Congreso de la Nación.

ISMAEL O. SALINAS – Esquilador
Nació el 1 de noviembre de 1932, en la ciudad de General Belgrano.
De muy niño fue traído a Pila, criado por un puestero Rómulo Ruiz y su señora María Regina Moledou (Mariaca).
Sus comienzos como esquilador fueron a los 16 años, en la Estancia “Las Chilcas”, su dueño era Bordeau.
Su vida fue esquilar, juntar maíz, alambrar, trabajar en el campo. Octubre y Marzo era la época de esquila. La estancia con más cantidad de ovejas fue en “Las Achiras”, un establecimiento que era como un pueblo, dice mientras mira a lo lejos como si pudiera ver aquel espacio.
Hoy a sus 86 años, nos cuenta Ismael: – “El trabajo de esquila en esos primeros años era a tijera, con la oveja maneada, con un tiento y un rosetón el cual era fácil para desatarla, se despojaba del manto de lana y de inmediato se desataban y se dejaban sueltas. El máximo que hice en 9 horas fue 220 ovejas”,y se sonríe con picardia, pues ese es su orgullo: la de una marca y sus años mozos.
Cacho, como todos lo conocen; saca del cajón un montón de latas en forma de monedas y nos cuenta que esas latas tenían las marcas de las estancias o decían “vale doble”; se daban por cada oveja esquilada, el dueño de la maquina era quien tenía las latas y a medida que van esquilando se colocaban en un recipiente. Al finalizar la tarea se contabilizaban y se pagaba al esquilador. Recuerda que sus primeras latas valían 10 centavos.
Este oficio paso de generación en generación…Sus hijos Ismael Omar Salinas (Minino), Roberto Alberto Salinas (Tito), Ismael Aníbal Salinas (Marucho) siguieron con esta tradición de esquilador.
Trabajo 50 años como peón de esquila de Ernesto Arias, y varios años se fue al Sur a esquilar allí las ovejas eran muy diferentes a las de esta zona, no tenían tanta grasa solo arena entre las pesuñas.
Con mucha emoción nos dice que este año “2019” fue la última vez que esquilo en “El Recreo”.
Su mirada nos refleja que “La esquila es un trabajo sacrificado, pero que es un Arte que no debe perderse”

Claro María Dipolto – Esquilador
Nació el 15 de Agosto de 1935, en la ciudad de Pila.
En el año 1939 se fue junto a su familia a vivir al campo, cerca de “las Roldanitas” y la escuela Nº18. A los 27 años comenzó a esquilar, primero con tijera y después con máquina.
“Clarito” como todos lo conocen, nos cuenta como era un jornada de Campaña de esquila…. Los meses de Octubre, Noviembre y Diciembre, eran 5 esquiladores, 2 playeros, 1 cocinero y siempre algún “medico” para curar alguna oveja lastimada. Se levantaban muy temprano comenzaban a esquilar a las 6h de la mañana hasta las 8.30h hacían una parada y comían alguna cosa que había sobrado de la noche anterior, continuaban con la esquila 10hs hasta las 12h y luego el cocinero los esperaba con algún asado, dormían una siesta e inmediatamente a las 14h continuaban con la tarea hasta las 16.30h, tomaban mate cocido y seguían hasta la entrada del sol, depende del campo o estancia que les tocara dormían debajo de una lona cerca de algún árbol. En los 3 meses de campaña se llegaron hacer 14.000 y 13.000 ovejas, hoy en día no hay Estancias con tantos lanares.
Lo máximo que hizo fueron 150 latas en un día, recuerda que el valor más alto de la lata fue 1 peso hoy se paga por oveja 30 pesos.
Nos dice con orgullo que “trabajó 43 años al hilo”……Estuvo esquilando 15 años con el hermano, Vico; y 28 años con Ernesto Arias.
En el año 1962 hasta el año 2012 trabaja en el campo de la Familia Ceberio “El Cacique”, allí no sólo esquilaba sino domaba caballos , llegó a domar 3 tropillas, juntaba el maíz y toda actividad que se presentara.
Recorrió esquilando todo el partido de Pila, estancias que recuerda son Las Chilcas, Bella Vista, Tío Ramón, La India…..y no sólo estuvo en Pila trabajo en varios campos de la zona, recuerda muchos de esos tantos lugares en que realizo la esquila.
Hace unos años que dejo de esquilar, dice tristemente que hoy en día no hay tantas ovejas en los campos…
Hombre de Tradición si los hay, Don Clarito Dipolto, que hoy con sus 84 años desfila llevando la bandera Bonaerense con orgullo…el mismo orgullo gaucho que tiene la provincia de Buenos Aires por el.
