Proponen retrasar los relojes una hora.
Cuando me enteré me agarró una ansiedad terrible, comencé a caminar de un lado para el otro, desperté a mi compañera a los gritos.
- ¿Sabes lo que significa esto?-dije mostrándole la noticia en la pantalla del celular.
- Sos un pelotudo Nacho, todos los años te tengo que explicar lo mismo, son las cinco de la mañana ¿querés dejarme dormir? ¡La puta madre!
¿Cómo alguien podía dormir después de enterarse de una noticia tan fantástica? Si se vuelve una hora atrás quiere decir que va a existir un día de 25 horas en el momento exacto en que los relojes vuelvan a marcar la hora anterior (vamos a suponer que esto ocurre a las 4 pm) todo podría empezar de nuevo. Por Ejemplo.
Aquella que está harta de su marido podría mandarlo a la mierda y probar cómo se seria esa sensación sin consecuencia alguna, si unos minutos más tarde se siente mal y se da cuenta de que lo mejor sería seguir casada con ese idiota ¡no importa! solo tiene que esperar hasta las 4pm y luego retroceder el reloj y retomar su vida normalmente.
¡Le podría cumplir el sueño a mi abuelo sin ninguna consecuencia! Mi abuelo siempre quiso entrar en pelotas, borracho y con un revólver a robar en una farmacia. Yo intenté convencer en más de una ocasión a un farmacéutico para que accediera a hacer la mímica de un robo para darle el gusto al viejo, pero no accedió. El día del cambio horario lo podría hacer en serio ¡es más! hasta se podría dar el gusto de meterle un balazo en la rodilla al farmacéutico cara de culo ese, total a las 4pm el tiempo vuelve para atrás y en lugar de estar tirado en el suelo en medio de un charco de sangre va a volver a estar detrás del mostrador con cara de orto ¿se entiende?
- ¡Uy como deben estar los de la Nasa!
Dije gritando de emoción en la cama, mientras que Vale juntaba una almohada y una frazada para irse a dormir a la habitación de mi hijo mientras profería insultos y me maldecía en voz baja.
Las cosas que podrían experimentar en esa hora de ventaja. Si quisieran podrían drogar hasta la manija a un Oso Panda y mandarlo en un cohete a la Estación Espacial Internacional para ver qué onda nomás. Si no funciona y se muere en el viaje o si llega a destino y mata a todos los astronautas presentes ¡no importa! se cambia el horario y listo, al retroceder una hora los de la Nasa pueden decir “Mejor no, nos vamos a meter en un quilombo al pedo”.
Aquellos enamorados que sufrieron durante toda su vida por no poder hablarle a aquella compañera de la escuela podrían buscar el teléfono en una vieja libreta, llamarla y confesarle que siempre se arrepintieron de no jugársela, podrían dejar en claro que no dejan de pensar en ella por más que hayan pasado los años, sin sufrir las consecuencias del rechazo o de que ella pregunte: ¿Miguel? ¿Que Miguel, el de la escuela, no habías muerto en un incendio? El miedo al rechazo podría desaparecer con un borrón y cuenta nueva. Tan solo retrasando un reloj se puede perder el miedo por sesenta minutos.
¡Es eso! perder el miedo y probar ¿Qué pasa si para ahorrarme unos pesos hago yo la instalación de gas? pongo un caño que vaya desde la conexión de la calle hasta dentro de la casa y me ahorro doscientas lucas.
¡Una hora para equivocarse sin consecuencias! ¿Que nos puede dejar? una buena enseñanza sin duda alguna “La verdad que afeitarse la entrepierna en el baño de avión con una hoja de afeitar en un vuelo con turbulencia es mala idea, me di cuenta ahora que me acabo de cercenar el pene, por suerte es momento del cambio horario y si no me muero desangrado puedo volver atrás”
Una hora para no quedarse con la duda ¿Cómo reaccionaría fulanito si le dijera que en realidad no es mi hijo si no el hijo de mi primo y que lo adoptamos porque pensamos que iba a ser un crack en el fútbol y la verdad es que estamos sumamente decepcionados con él? Todas esas preguntas podrían tener una respuesta.
¿Es verdad que si como sandía con vino me muero? ¿Puedo entrar a robar a un banco y escapar a las corridas sin que me metan un tiro en la espalda? ¿Seré capaz de convivir con mi novio? Todas esas preguntas y muchas más pueden ser respondidas por nosotros mismos en una hora, el reloj vuelve para atrás y la vida también.
¡Tengo que hacérselo saber al mundo! Voy a pintar un cartel que diga ¡SE VIENE EL CAMBIO HORARIO APROVECHE Y NO SE QUEDE CON LA DUDA y me voy a parar en la esquina a los gritos, pero antes me voy a vestir ¡no voy a salir desnudo! no quiero que la gente me confunda con un loco.