Zonal
La Batalla de las Vizcacheras sucedió en General Belgrano.
El Honorable Concejo Deliberante de General Belgrano, aprobó la ordenanza que declaró Sitio Histórico Municipal el lugar donde se desarrolló el Combate de Las Vizcacheras, el 28 de marzo de 1829, a metros del Cementerio de la localidad de Gorchs.
El Honorable Concejo Deliberante de General Belgrano, aprobó la ordenanza que declaró Sitio Histórico Municipal el lugar donde se desarrolló el Combate de Las Vizcacheras, el 28 de marzo de 1829, a metros del Cementerio de la localidad de Gorchs y no como históricamente se conoce en la ciudad de RAUCH.
Esto fue posible gracias al trabajo de investigación desarrollado desde el Taller de Historia por el Lic. Ricardo Buiraz, El trabajo analiza el verdadero sitio geográfico donde se desarrolló aquel combate entre unitarios y federales y en el cual perece el Coronel Rauch, el 28 de marzo de 1829.
La investigación realizada a través de documentos de la época, permiten afirmar que aquel hecho bélico sucedió en tierras de Gorchs, partido de General Belgrano.
Entre ellos, los mapuches o araucanos se manifestaron a través de la araucanización de los territorios ubicados al oeste de la Cordillera de los Andes.
Una simplificación práctica establecería dos tipos de alianzas:
- Los rankülche o ranqueles aparecieron como aliados de los federales.
- Los pampas cabalgaron al lado de los unitarios.
La batalla de la Vizcacheras
Rotas las hostilidades, Rauch arrolló el centro de los federales y se empeñó a fondo ―según el relato de Arnold― sin percibir que sus dos alas eran derrotadas. Se distrajo y comenzó a saborear su triunfo pero pronto se vio rodeado de efectivos a los que supuso suyos. Hay que recordar que por entonces, los federales sólo se diferenciaban de los unitarios por un cintillo que llevaban en sus sombreros, el que decía «Viva la Federación».
Anotó su rival:
«Cuando estuvo dentro de nosotros, reconoció que eran sus enemigos apercibiéndole recién del peligro que lo rodeaba. Trató de escapar defendiéndose con bizarría; pero los perseguidores le salieron al encuentro, cada vez en mayor número, deslizándose por los pajonales, hasta que el cabo de blandengues, Manuel Andrada le boleó el caballo y el indio Nicasio Maciel lo ultimó… Así acabó su existencia el coronel Rauch, víctima de su propia torpeza militar».
A raíz de su acción, Andrada fue ascendido a alférez. Sobre el degüello de Federico Rauch, Arnold se limita a señalar que «se le cortó la cabeza».
