Yo no entendí desde un comienzo que es lo que me generaba rechazo de Miguel aunque después con el tiempo y después de darle varias vueltas al asunto me di cuenta de que era una persona conflictiva, con expresión dura cuando se enoja, todo lo decía exageradamente y para el todo era mucho, una barbaridad, pero aun asi habia algo mas, algo en su mirada, en sus ojos que me inspiraba una ira asesina.
Comenzó a trabajar en el restaurante de mi tío, yo en esa época trabajaba de comodín a veces hacia de mozo, otras veces lava copas y en ocasiones me tocaba el mostrador.
En sus primeros días de trabajo empezó bárbaro, para mi gusto era demasiado atento, pero eso en ningún trabajo es un factor adverso al contrario. Nadie se puede incomodar porque un empleado es demasiado atento o demasiado entusiasta, era lo que toda empresa busca… un esclavo sonriente y despierto.
Luego me di cuenta que era demasiado chupa medias de mi tío demasiado arrastrado, muy complaciente reía a carcajadas de los chistes pelotudos que su empleador hacía y ahí empezó a caerme peor. De pronto me encontré una mañana a punto de partirle un matafuegos en la nuca y ¡eso que no me había hecho nada! pero repito y perdonen mi insistencia ese muchacho tiene algo malo en la mirada, no se como explicarlo… es como cuando tu pareja te grita en publico o cuando alguien muy desubicado te pega en la nuca en “forma amistosa” te saca una ira asesina desde el fondo del estomago.
Otra particularidad era que siempre tenía una respuesta para todo lo que le preguntes. Si alguien hablaba de como se aparean las liebres el ya sabía del tema porque crió liebres toda la vida y sabe a ciencia cierta que las liebres piensan en cualquier cosa con tal de no acabar rápido mientras la están poniendo. Eso no ayudaba mucho.
Estas acotaciones no las estoy exagerando las decía en voz alta pero no solo lo decía aportando a la charla si no que lo decía como una verdad absoluta y siempre en contra de lo que pensara la mayoría. Si tenía color a jabón, olor a jabón y gusto a jabón para él era queso, lo rayaba y se lo ponía a los fideos.
Debo admitir que el día en el que un cliente le clavo un cuchillo en la mano me sonreí por un momento.
Lo que me llamo la atención es que no estaban discutiendo por nada en particular con el cliente y lo que me dejo asombrado ese hombre que lo agredió era el cura párroco Fermín un hombre de unos setenta años que jamás le hizo daño a una mosca y estaba arrepentido y el dice que “lo hizo sin saber porque lo hizo”, la cuestión es que en un rapto repentino de furia el cura tomo un cuchillo y se lo clavo en la mano a Miguel mientras este les bajaba la canastita de pan y la manteca de la bandeja. “Hay algo en su cara que te incita a pegarle explico el sacerdote” que dejo los hábitos un tiempo después corrompido por su mala acción.
Esa misma noche la enfermera que le estaba haciendo las curaciones intento ahorcarlo.
No conozco a ciencia cierta los sucesos del hospital pero me imagino que el idiota quiso hacerse el sabelotodo y se ganó la bronca de la enfermera (aunque esto no justifique el intento de homicidio) entiendo en algún punto de que manera puede llegar a irritarte un imbécil de ese calibre.
Me encantaría decirles que todo termino ahí pero no fue así ya que sufrió un traumatismo de cráneo luego que la mujer policía que le tomaba la denuncia le partiera la máquina de escribir que aun hoy año 2017 usan para tomar las denuncias en la comisaria de mi ciudad.
“Es una luz que tiene en la mirada, como un destello que aparece en un microsegundo que activa la ira en la persona que tiene en frente” Esto dijo el doctor que analizo este extraño caso Mark Morris profesor de neurociencias de la subsecretaria de cerebro y su desarrollo perteneciente a la organización de organizaciones dependiente de la universidad de la matanza. Mientras lo agarraban entre cuatro asistentes para que no termine de ahorcar a Miguel con sus propias manos.
Miguel atrajo la atención de muchísimos científicos y gente que lo quería re cagar a trompadas con solo verlo, hoy se encuentra a disposición de un grupo integrado por los diez mejores médicos del país que están estudiando su particular caso, eso si no lo asesinan antes de llegar a una conclusión (lo que es muy probable).