Esta es la frase que le dice el Coronel Tom Parker a Elvis en el momento culmine de la película que se estreno este año por HBO Elvis que cuenta la historia del rey del rock a través de la mirada del Coronel interpretado brillantemente por el asombroso y estupendo actor Tom Hanks.
Vean esta película porque es ¡genial! y no tiene desperdicio, excepto por algunas licencias que se toma la narrativa contando cosas que jamás pasaron como en la escena en la que Elvis despide al Coronel en el medio de un escenario en las Vegas creo que es fiel a la historia. El actor Austin Butler hace un dignísimo papel y toda esa mierda bla, bla, bla.
La relación entre ellos fue espectacular. Elvis la gallina de los huevos de oro y Tom el dueño del gallinero. Es muy difícil saber si alguno hubiera llegado tan alto si no lo hubiera conocido al otro, la cuestión principal es que Elvis fue Elvis porque el Coronel fue el Coronel, así de hijo de puta como se lo muestra en todas las historias que se cuentan de él o al menos eso pensaba yo hasta que un amigo me dio su punto de vista y me hizo ver la otra campana.
“El Corone Parker lo protegió muchísimo, no es como lo pintan ahí. Era durísimo y un genio al mismo nivel que Elvis para los negocios, pero es una película y había que tener un malo, su último acto de amor por Elvis fue quedar como el malo de la película”. Dijo Niko Villano, líder de Villanos, una gran persona y un fanático perdido de Elvis cuando le pregunte.
Lo primero que se me ocurre preguntar luego de conocer esta historia y tantas otras es ¿dónde hay que firmar? ¿Qué diferencia hay entre el mito de Robert Jhonson y el de Elvis? Uno supuestamente le vendió el alma al diablo a cambio de pasar a la eternidad como un gran músico de Blues y el otro le vendió el alma al diablo de carne y hueso a cambio de la eternidad como el rey del Rock and Roll… ¡Y bueno viejo!, nada es gratis en la vida.
Lo digo yo que siempre voy a ser un “pichón de escritor con casi siempre el pescado sin vender” como dirían los Caballeros de la Quema. Para aquellos que siempre vamos a estar en las oscuras y húmedas sombras del anonimato la idea de canjear el alma o la libertad nos resulta tentadora.
¿Vos venderías tu alma por ser un escritor reconocido? ¡Por supuesto que si! como diría otro gran actor Ricardo Darín en Nueve Reinas “Putos no faltan lo que faltan son financistas”. Ya no quedan muchos demonios que quieran hacer tratos con cualquiera que cree tener talento y tampoco hay grandes almas que valgan la pena.
¿Qué te puedo ofrecer? ¿Mi alma? ¿Ese es el arreglo? O sea ¿tendría que convencer al diablo para que me de talento a cambio de mi alma? Para que tanto esfuerzo si la puede conseguir por mucho menos que un par de pesos tristes y devaluados.
No es fácil hacer que el diablo te de una entrevista, mucho menos que se interese en lo que tenes para ofrecer y muchísimo menos que te ofrezca un trato copado.
No la quiero hacer muy larga porque es domingo son las 3:45 am y se me calentó el vino que tengo en la copa, lo que quiero decir con esto mis queridos lectores de Coranto es que si bien Elvis hubo uno solo, en mi humilde opinión lo que falta no son los “Elvis” sino “Coroneles”.
Más demonios que tengan el contrato a mano y que por solo una firma y el pagaré de tu mugrosa e insignificante alma te entreguen la fama y la eternidad absoluta por los siglos de los siglos.